Cada año, entre el final de una temporada y el comienzo de la siguiente, suele ser normal  que se produzcan bajas y altas. En el verano del 2014 se produjo una renovación de equipo una vez recuperada la categoría de Primera Nacional, tras un paseo triunfal en el debut en categoría autonómica con un balance de 22 victorias y 0 derrotas. Pero la primera nacional es otra cosa, había que reforzar el equipo.

Por lo general, para ver a los nuevos tenías que forzar el cuello a su tope máximo para verle la cara. Pero en este caso con simplemente doblar un poco el cuello horizontalmente era suficiente. Te preguntas “¿qué hará este chico con 1’75 en un deporte como este? ¿algo tendrá no?”.

Pues sí, efectivamente, algo no, tenía mucho. Durante las seis temporadas que estuvo defendiendo nuestros colores nos deleitó con unos recitales de baloncesto-espectáculo, haciendo diabluras, era un mago con el  balón. Sus asistencias y penetraciones a  canasta eran comprables a los mejores del mundo, luchador incansable se dejaba la piel y el alma en la cancha.

Además, tuvimos la suerte que no metía 15 puntos por partido, sino nunca hubiéramos conocido a este gran jugador, y algo más que nunca se contrata es un perfil humano que caló profundo entre toda la gente que tuvo la suerte de conocerle.

Es argentino,  aunque con pasaporte italiano, en cualquier caso un jugador extranjero. El extranjero que más temporadas ha estado en el CB Ifach Calpe. Con 163 participaciones es  el número 1 en partidos jugados,  seguido del jugador de Trinidad y Tobago, Duane A. Virgil, que no alcanzó los cien.

El cuarto en la escala de jugadores de fuera de Calpe y el número 20 en una lista total nos confesó que “todo le ha ido bien en estos seis años, tanto en lo personal, como en lo profesional, sintiéndose muy querido por la gente,  considerándose como un hijo adoptivo”. Se despidió con voz baja y triste,  porque dejaba muchos amigos, mucha gente querida, porque dejaba una parte de su vida en este pueblo.

Dio las gracias y estuvo agradecido a toda la gente por la acogida que le han dado y el trato que le han dispensado. No hace falta decir que en esta publicación estamos hablando de un argentino nacido en la ciudad portuaria de Bahía Blanca hace 31 años, en el seno una familia de jugadores de baloncesto (su hermano jugó varias temporadas en la ACB y su padre es entrenador profesional de esta disciplina) que vino a estar con nosotros con 25 años  y su nombre es BRUNO RICHOTTI.

Bruno, pese a tu corta estatura para este deporte, pasarás como un grande en nuestra historia. Serás querido y recordado durante muchos años, los mismos que tardaran en borrarse las huellas de tantas carreras, las veces que has ido por el suelo, abrazando y besando el parqué o los litros de sudor derramado, hasta que no quede resquicio alguno de la piel que has dejado  en cada partido, y también por esa imagen imborrable, que vi  tan de cerca, como brotaban en tus ojos  manantiales de lágrimas, después de haber perdido la famosa final de las cuatro prorrogas.

Valiente, plantando cara a gente que te pasaba dos palmos. Al mismo tiempo, fuera de la pista, se trasformaba en una persona tranquila, sencilla y humilde. Gracias BRUNO. No te digo lo habitual, pero “las puertas de esta casa las tienes abiertas”.

El CB Ifach Calpe agradece todo lo que has dado a este club, que es mucho, te deseamos todo lo mejor y mucha suerte en tu nuevo destino en  Italia.

“No una, aquí tendrás cientos de casas con las puertas abiertas”

   HASTA PRONTO “PIBE”